FIGURA HOMBRE LOBO

 


Bajo la luz de una luna, el hombre lobo despierta en medio del bosque. Sus garras se clavan en la tierra húmeda y su mirada ardiente atraviesa la oscuridad. No es solo una bestia, es un cazador ancestral condenado a vagar entre dos mundos: el del hombre y el de la criatura salvaje.


Cada noche de luna llena, su rugido resuena como un eco de tragedia y furia, recordando que en lo más profundo de la naturaleza se esconde un poder indomable. Sus músculos tensos y su piel cubierta de pelaje anuncian que ningún enemigo puede enfrentarse a su furia sin conocer el terror absoluto.


Pero tras esos colmillos afilados late todavía un corazón humano, atrapado en un destino cruel. Esa dualidad es lo que hace del hombre lobo un mito eterno: mitad monstruo, mitad víctima, un ser que nunca logra escapar de la luna llena.


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