En esta ocasión quiero compartir un proyecto muy especial: un mini diorama natural protagonizado por figuras de acción de Dragon Ball Super, que mezcla lo mejor del coleccionismo con un toque de naturaleza viva.
Las figuras, de 7 a 8 cm, están hechas en PVC y tienen un nivel de detalle sorprendente. Cada una incluye su propia base, lo que facilita su exhibición en cualquier tipo de escenario. Aunque son figuras de importación china adquiridas por MercadoLibre, la calidad realmente me sorprendió. Desde las expresiones faciales hasta los colores, se nota el cuidado en la fabricación.
Lo que hace único a este diorama es el entorno: un tronco natural con suculentas y plantas vivas, que aporta un contraste entre la energía explosiva de los personajes y la calma del mundo natural. El resultado es una escena que parece sacada de otro universo, donde el poder de los guerreros Z convive con la serenidad de la tierra.
Este tipo de montaje no solo resalta las figuras, sino que transforma la colección en una experiencia visual completamente distinta. Además, es una excelente forma de integrar el coleccionismo con el arte y la jardinería.
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