En este dibujo realizado completamente con tinta sobre papel, retraté a una clásica bruja de aspecto temible, con su sombrero puntiagudo y su inseparable escoba. Cada línea fue trazada directamente, sin boceto previo, buscando capturar la fuerza y expresión de una hechicera en pleno conjuro. Su mirada furiosa y gesto decidido reflejan toda la energía oscura y rebelde que caracteriza a estas figuras legendarias del folclore y del arte de Halloween.
Trabajar con tinta directa me permitió explorar el contraste entre luces y sombras, dando profundidad al rostro y movimiento al cabello y la túnica. Es un estilo que combina la espontaneidad con la precisión, ya que no hay espacio para errores, cada trazo cuenta. Me gusta cómo el resultado conserva ese aire clásico de las ilustraciones antiguas de terror, evocando la estética de los cómics y cuentos de brujas de los años dorados del dibujo a mano.
Este tipo de trabajos me conecta con el espíritu de Halloween, una temporada perfecta para experimentar con personajes oscuros y mágicos. La bruja representa el poder del misterio, la sabiduría oculta y la rebeldía ante lo establecido. Dibujarla con tinta fue una forma de rendir homenaje al arte tradicional y a esa fascinación eterna por lo sobrenatural que tanto inspira en estas fechas.
Comentarios
Publicar un comentario